donde las sombras lentamente avanzan sin ser vistas,
donde los ojos ciegos de ira lloran la sangre de los no nacidos.
Ahí es justo de donde mi alma sucia y gris nace,
la histeria colectiva que de a poco me mata un poco más,
estas tristezas que desgarran el alma y la envenenan,
se niegan ferozmente a dejarme ir,
toman mi alma, la arrastran a ese oscuro agujero de donde vengo;
aquellas lágrimas brotadas en los tiempos des conocidos,
en animas oscas se han convertido,
fantasmas del pasado que aún pesan,
que en cargas inmensas se han convertido.
Por momentos mi mente enloquece víctima de un pensamiento volátil e inestable,
a veces el viento frío me lleva a donde no se puede confiar,
las pesadillas, cuentos de carne putrefacta que el alma envenena,
rocían mi ser con una brisa agobiante de dudas, desconsuelos, angustias y temores.
Quiero parar, quiero detener el tiempo,
quiero que este sufrimiento deje de brotar,
quiero confiar, quiero ser el viento y salir de donde me encuentro
para al fin libremente tus sueños soñar....
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